Cómo responder a las emergencias. entrevista de paz verde

Jose
Jose

En las últimas semanas, Greenpeace España ha publicado un análisis que revela cómo está contaminada el agua de Lombardía. ácido perfluorosulfónico (compuestos de poli y perfluoroalquilo). Estas sustancias nocivas para la salud se encontraron en el 19% de las muestras de agua analizadas entre 2022 y 2022. Según informes de ONG medioambientales, existe la preocupación de que la contaminación pueda estar más extendida porque el análisis hasta ahora es sólo parcial y no representativo del conjunto. territorio.

Para comprender mejor la situación y qué medidas se deben tomar para compensar los efectos potencialmente dañinos, profundizamos en el tema. Giuseppe Vinhereseresponsable de la lucha contra la contaminación Paz verde Españadespués de la conferencia de prensa Cámara de los Representantes.

Comencemos con la historia de la iniciativa que tuvo lugar en la Cámara de Representantes el 24 de mayo. ¿Cuáles fueron las impresiones y reacciones de las fuerzas políticas?

ciertamente. El 24 de mayo, numerosas asociaciones y comités españoles que apoyan el manifiesto BAN PFAS tuvieron la oportunidad de presentarlo ante la Cámara de Comercio en una conferencia de prensa. Entre ellos se encuentran Legambiente, ISDE – Médicos para el Medio Ambiente, Medicinina democrática y el Consejo Regional del Véneto. Este es un movimiento muy amplio que involucra no sólo a ambientalistas sino también a otras entidades. Invitamos a los líderes de todas las fuerzas políticas en el Parlamento. Sin embargo, sólo asistieron a la conferencia de prensa miembros de la oposición como la Alianza de Izquierda Verde, el Partido Demócrata y el Movimiento Cinco Estrellas. Se declaran a favor de medidas para prohibir el uso de estas sustancias.

¿A qué se debe la ausencia de partidos de gobierno?

No sabemos por qué la mayoría de las fuerzas no quieren intervenir. Invitamos a todos pero lamentablemente no asistieron. De hecho, es importante subrayar que esta medida no debería ser una cuestión de derecha, izquierda o centro, sino que debería gozar de un amplio consenso parlamentario. Estas sustancias están en todas partes y lamentablemente nuestro conocimiento aún es incompleto. El Véneto, por ejemplo, es una de las regiones más contaminadas de toda Europa. Estas sustancias se utilizan desde los años 40, pero recién recientemente empezamos a buscarlas. Este problema existe desde hace más de 80 años y probablemente existe en todos los rincones del mundo, ya sea en el agua potable o en los alimentos.

¿Cuáles son las principales dificultades para contener la propagación de PFAS?

Una de las principales dificultades tiene que ver con la persistencia de estas sustancias. Una vez liberados al medio ambiente, no se degradan fácilmente y requieren temperaturas muy altas que no existen en la naturaleza. Por tanto, están destinados a permanecer en el medio ambiente durante mucho tiempo. No es casualidad que los británicos los llamen “productos químicos para siempre”, es decir, contaminación eterna. Es necesario actuar en las fases iniciales e intervenir en la propia producción. Hoy contamos con las herramientas científicas y tecnológicas necesarias, así como con alternativas efectivas, para evitar el uso de estas sustancias. Algunas personas y fuerzas políticas pueden argumentar que existen otras emergencias en el futuro, pero es importante reconocer que la prevención es nuestra mejor inversión para resolver problemas ambientales a largo plazo. De hecho, incluso si detuviéramos la producción de estas sustancias inmediatamente, todavía existe el riesgo de que sigan existiendo durante mucho tiempo.

¿Cuál es la posición de los gestores del agua respecto de esta cuestión?

Los gestores del agua de Lombardía son el eslabón débil de esta cadena. Operan bajo directivas y regulaciones establecidas por las autoridades públicas. Actualmente no existen leyes que regulen la presencia de PFAS en el agua del grifo o embotellada. No acusamos a los directivos de no cumplir, al contrario, quiero apoyar su compromiso y defenderlos. En Lombardía, los gestores han tomado medidas para controlar las PFAS, aunque no existen leyes ni obligaciones específicas. En general, es importante considerar el papel de estos operadores. Es crucial involucrarlos en conversaciones y trabajar juntos para resolver problemas. Algunos directivos pueden estar dispuestos a colaborar y reconocer que el problema debe resolverse no sólo desde una perspectiva técnica sino también desde una perspectiva política.

¿Qué acciones concretas puede tomar la política para abordar este problema?

En los próximos años, puede que entre en vigor una directiva europea que establezca límites a las PFAS. Sin embargo, creemos que estas restricciones pueden no ser lo suficientemente preventivas o no estar sincronizadas con los últimos parámetros científicos. El verdadero problema es que estas sustancias no deberían existir en absoluto. Por ejemplo, hace unos años Dinamarca fijó un límite de 2 nanogramos para estas sustancias en el agua potable, lo que en la práctica es cero. Estados Unidos ha establecido un nuevo valor de seguridad para una de estas miles de variantes de PFAS, llamada PFOA, que se estima en 0,004 ng/L. Posteriormente, este parámetro se aumentó a 4 nanogramos para que pudiera ser medido en todos los laboratorios. Esto pone de relieve la falta de niveles claros de seguridad para estas sustancias y la necesidad de medidas preventivas y estrictas para proteger la salud pública y el medio ambiente. Desde una perspectiva ambiental y de salud, la política debe desempeñar un papel de liderazgo en la transición hacia sistemas industriales y de producción más eficientes y al mismo tiempo reducir los impactos ambientales y de salud.

¿Qué impacto tienen las PFAS en la salud de las personas?

Estos contaminantes son persistentes, pueden tener efectos negativos en la salud humana y pueden ser carcinógenos y disruptores endocrinos. En particular, las PFAS imitan los efectos de las hormonas y envían señales incorrectas a nuestro cuerpo para todas las funciones del cuerpo mediadas por las propias hormonas. Por lo tanto, en este caso, la prevención es clave y los planes de seguridad del agua pueden desempeñar un papel importante a la hora de evaluar las fuentes de estrés o contaminación y tomar medidas previas. Sin embargo, implementar estas medidas requiere compromiso político y el establecimiento de un grupo de trabajo interministerial que también incluya al Ministro de Salud, entre otros. Además, otros países europeos ya han tomado medidas para prohibir el uso de estas sustancias, por ejemplo en los envases de alimentos. Esto demuestra que si hay voluntad política, hay margen de acción incluso a nivel nacional.

Ampliando ligeramente nuestros horizontes para abordar el cambio climático, ¿cuál debería ser una estrategia de transición ecológica que sea sostenible desde una perspectiva económica?

El cambio climático es otro tema que requiere acciones firmes y medidas de mitigación. Debe haber un cambio de un enfoque emergente a un enfoque estructural y un equilibrio entre costos y beneficios. La transición ecológica requiere políticas activas en todos los niveles responsables de orientar los sistemas de producción hacia una mayor sostenibilidad ambiental y sanitaria. Es cierto que algunas transformaciones llevarán tiempo y no se producirán de la noche a la mañana, pero si no empezamos a abordar seriamente estas cuestiones, nunca alcanzaremos nuestros objetivos. Al mismo tiempo, los costos de la inacción son cada vez mayores. El Consejo Nórdico, una organización intergubernamental formada por Islandia, Noruega, Finlandia y Dinamarca, estima que sólo en Europa el coste anual de la inacción contra las PFAS asciende a entre 5,2 y 84 mil millones de euros. Si no tomamos las medidas adecuadas, estos costos seguramente aumentarán. Es alentador que estén circulando propuestas y documentos que proporcionan directrices para abordar esta cuestión. Su difusión ayuda a promover el diálogo y la acción política.